El Chamanismo ha sido considerado la primera religión. Existía antes de las mas
antiguas civilizaciones, antes de que nuestros ancestros diesen sus primeros pasos en
su larga jornada rumbo al presente. Antes de ese tiempo, los chamanes eran los
curanderos, responsables para la distribución del poder, masculino e femenino. Ellos
operaban la magia y se comunicaban con los espíritus de la naturaleza.
Los chamanes fueron los primeros humanos con conocimiento. Ellos lo crearon,
descubrieron, cultivaron y utilizaron. El conocimiento es poder; los hombres y
mujeres que la poseían en aquellos días eran chamanes.
¿De que modo los chamanes descubrían y capturaban este poder? Por medio del
éxtasis - estados alterados de consciencia por los cuales ellos se comunicaban con las
fuerzas del universo. Los primeros chamanes adquirían ese estado con la utilización
de herramientas como el ayuno, sed, auto flagelación, ingestión de substancias
alucinógenas, concentración y demás. Una vez controladas, tales técnicas permitían
que ellos ganaran conciencia de otros mundos, no físicos.
Todo conocimiento mágico fue obtenido por medio de esas «cambios de
consciencia». Encuentros con espíritus y deidades, plantas y animales ampliaron
nuevos puntos de vista. Entre su propia gente, los chamanes generalmente compartían
parte de ese conocimiento, reservando el resto para uso personal. La sabiduría
shamánica no era para consumo público.
Posteriormente, los chamanes perfeccionaron el uso de instrumentos para facilitar
esas alteraciones de consciencia, marcando el surgimiento de los rituales de magia.
Los chamanes alrededor del mundo todavía usan instrumentos como tambores,
objetos reflectivos, música, cánticos y danza. Realmente, los rituales chamánicos más
eficaces son los que utilizan tanto herramientas naturales como artificiales - el ruido
de la brisa, el quebrar de las olas del océano, llamas danzantes, repiques constantes de
um tambor. Todo eso, combinado con la oscuridad de la noche y los cantos, acaba por
abrumar los sentidos, forzando la alteración de la conciencia del mundo físico hacia
los vastos reinos de la energía. Tales son los ritos chamánicos aún existen en nuestros
días.
De esos primitivos comienzos surgirían todas las formas de magia y religión,
incluyendo la Wicca. A pesar de la actual controversia acerca de la «antigüedad» de
la Wicca, ésta espiritualmente desciende de esos ritos. Y aunque refinada y alterada
por nuestro mundo, la Wicca aún toca nuestra alma y causa éxtasis - cambios de
consciencia -, uniéndonos a lo Divino. Muchas de las «técnicas» de al Wicca son de
origen chamánico.
De este modo, la Wicca pude ser descrita como una religión chamánica. Como en
el Chamanismo, apenas un grupo selecto siéntese coaccionado a adentrarse en este
círculo de luz.
Hoy, la Wicca ha abandonado las provocaciones de dolor y el uso de
alucinógenos, a favor de los cánticos, la meditación, concentración, visualización,
música, danza, invocación y drama ritual. Con estas herramientas espirituales, la
Wicca alcanza un estado de consciencia ritual semejante a aquellos obtenidos por las
mas brutales provocaciones shamánicas.
He utilizado deliberadamente el término «estado alterado de conciencia». Tales
estados no son antinaturales, sino un desvío de la consciencia despierta «normal». La
Wicca enseñanza que la naturaleza incluye un amplio espectro de estados mentales y
espirituales de los cuáles la mayoría de nosotros somos ignorantes. Los efectivos
rituales Wiccanos nos posibilitan penetrar en tales estados, permitiéndonos comulgar
y comunicarnos con la Diosa y con el Dios.
Al contrario de algunas religiones, la Wicca no ve lo Divino como algo distante.
La Diosa y el Dios están dentro de nosotros y se manifiestan en toda la naturaleza.
Esto es la universalidad: no hay nada que no sea de los Dioses.
Un estudio sobre el Chamanismo revela mucho de la naturaleza de la magia y de
las experiencias religiosas en general, y de la Wicca en particular. Utilizando el ritual como un modo de ingresar a la consciencia ritual, el chamán Wicca expande constantemente su conocimiento, y el conocimiento es poder. La Wicca ayuda a sus practicantes a entender el universo y nuestro lugar en él.
En este momento, la Wicca es una religión con muchas variaciones. Por ser un
sistema tan personalmente estructurado, lo máximo que puedo hacer es declarar datos
genéricos sobre su credo y a partir de ahí, filtrándolos con mi experiencia y
conocimientos, crear un cuadro de la naturaleza de la Wicca.
La Wicca, así como muchas otras religiones, reconoce la Dualidad de lo Divino.
Reverencia tanto a a la Diosa como al Dios. Ellos son iguales, cálidos y afectuosos,
no distantes ni morando en el «paraíso», sino omnipresentes en todo el universo.
La Wicca nos enseña también que el mundo físico es apenas una de muchas
realidades. Lo físico no es la más alta expresión absoluta, ni es lo espiritual «más
puro» que la base. La única diferencia entre lo físico y lo espiritual es que lo primero
es más denso.
Como las religiones orientales, también la Wicca abraza la doctrina de la
reencarnación, ese tema tan mal comprendido. Al diferencia de dichas filosofías
orientales, no obstante, la Wicca no enseña que tras la muerte física nuestras almas
vayan a reencarnar en otras que no sean humanas. Además, pocos practicantes creen
que iniciamos nuestra existencia como piedras, árboles o aves antes de evolucionar al
punto de poder reencarnar como seres humanos. A pesar de tales criaturas y
sustancias poseen una cierta clase de alma, no es del mismo tipo que la que nosotros,
humanos, poseemos.
La reencarnación es aceptada como un hecho por millones de personas, tanto en
oriente como en occidente. Responde a muchas preguntas: ¿Qué ocurre después de la
muerte? ¿Por qué tenemos el recuerdo de cosas que jamás hicimos en nuestra vida?
¿Por qué hay veces que somos inexplicablemente atraídos por lugares o personas que
nunca antes habíamos visto?
Seguramente, la reencarnación no puede responder totalmente a todas esas
cuestiones, pero ahí está para ser estudiada. No es algo que deba ser creído. A través
de la contemplación, la reflexión, la meditación y el auto-análisis muchos llegarán al
punto en que la acepten como un hecho.
El ideal Wiccano de moralidad es simple: haz lo que desees, mientras no dañes a
nadie. Esta regla contiene otra condición implícita: no haga nada que le perjudique
tampoco a usted. Así, si usted como Wiccan abusa de su organismo, negándole las
necesidades de la vida o hiriéndose a sí mismo de cualquier otro modo, estará usted
violando este principio.
Esto es más que una mera cuestión de supervivencia; esto asegura que estará en
buenas condiciones para asumir la tarea de preservar y mejorar nuestro mundo, pues
el cuidado y el amor por nuestro planeta es parte vital de la Wicca.
La Wicca es una religión que utiliza la magia. Esta es una de sus características
mas distintivas y atrayente. ¿Magia religiosa? No es tan extraño como puede parecer.
Los sacerdotes católicos utilizan «magia» para transformar un pedazo de pan en el
cuerpo de un «salvador» largo tiempo fallecido. La oración - instrumento común a
muchas religiones - es simplemente una forma de concentración y comunicación con
lo Divino. Si la concentración fuera ampliada, las energías pasan a ser enviadas junto
a los pensamientos que harán, con el tiempo, que la plegaria se torne realidad. Las
plegarias, por tanto, son una forma de magia.
Magia es la práctica de utilizar energías naturales (aunque poco comprendidas)
para efectuar cambios necesarios. En la Wicca, la magia es utilizada como
instrumento para consagrar áreas rituales, mejorarnos a nosotros mismos y al mundo
en que vivimos.
Mucha gente confunde Wicca y Magia, como si fuesen intercambiables. Pero la
Wicca es una religión que envuelve el uso de magia. Si desea únicamente practicar
Magia, probablemente la Wicca no sea el mejor camino para usted.
Otro punto fundamental: la magia no es un medio de forzar a la naturaleza a hacer
su voluntad. Esta es una noción completamente errónea, alimentada por la creencia
de que la magia es algo de cierto modo sobrenatural, como si algo existente pudiese
estar fuera de la naturaleza. La Magia es natural. Es un movimiento armonioso de
energías que origina cambios necesarios. Si desea practicar magia, debe antes
abandonar todas las nociones de ella como paranormal o sobrenatural.
La mayoría de los Wiccanos no acepta la predestinación. A pesar de que
honramos y reverenciamos a la Diosa y al Dios, sabemos que somos almas libres con
total control y responsabilidad sobre nuestras vidas. No podemos apuntar para una
imagen de un dios maligno, como Satán, y culparlo por todos nuestros defectos y
flaquezas. No podemos culpar al hado. Cada segundo de cada día estamos creando
nuestro futuro, moldeando los cursos de nuestras vidas. Una vez que un Wiccano
asume total responsabilidad por todo lo que haya hecho (en ésta y en pasadas vidas) y
determina que sus acciones futuras estarán de acuerdo con ideales y objetivos más
elevados, la magia florecerá y la vida se llenará de placer.
Eso quizá sea el corazón de la Wicca - es una unión alegre con la naturaleza. La
tierra es una manifestación de la energía divina. Los templos de la Wicca son los
campos salpicados de flores, las florestas, las playas y los desiertos. Cuando un
Wiccano está al aire libre, él (o ella) está, en verdad, envuelto por la santidad, así
como un cristiano cuándo entra en una iglesia o catedral.
Adicionalmente, toda la naturaleza está siempre cantando para nosotros,
revelándonos sus secretos. Los Wiccanos escuchan a la Tierra. Ellos no ignoran las
lecciones que Ella está desesperadamente intentando enseñarnos. Cuando perdemos
contacto con nuestro bendecido planeta, perdemos contacto con lo Divino.
Estos son algunos de los principios básicos de la Wicca. Ellos forman la
verdadera Wicca; los rituales y los mitos son secundarios a estos ideales, y sirven
para celebrarlos.
No ignore el mundo físico en favor de los reinos mágicos o espirituales, pues solo
por medio de la naturaleza podemos experimentar tales realidades. Estamos en esta
Tierra por un motivo. Use, sin embargo, los rituales para expandir su consciencia de
forma que realmente pueda integrarse en toda la creación.
El camino está abierto. La antigua Diosa y su Dios lo aguardan en su interior y a
su alrededor. Que Ellos lo bendigan con sabiduría y poder.
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