Königsberg, 8 de abril de 1756
Serenísimo y poderosísimo Rey. Clementísimo Rey y señor:
Dado que mi mayor anhelo se ha orientado siempre a capacitarme todo lo posible
para el servicio de vuestra dignísima Real Majestad en sus Universidades, y con este
fin he hecho de las ciencias filosóficas el campo preferido de mis esfuerzos, no he
desaprovechado tiempo ni ocasión de cultivar con todo cuidado tanto como los demás
ámbitos de estas ciencias, también la Lógica y la Metafísica. No sé si puedo
permitirme la dicha de esperar que las pequeñas pruebas de mis concretos trabajos,
que he hecho públicas, puedan constituir ante vuestro trono un testimonio de que mis
esfuerzos no han sido totalmente en vano. Me he esforzado por demostrarlo,
conforme a los altos mandatos de vuestra Majestad, presentando para su aprobación
dos disertaciones públicas de contenido metafísico, a las que seguirá muy pronto una
tercera, una vez que haya pasado la fiesta de Pascua.
Mi deseo de habilitarme preferentemente en una de esas ciencias filosóficas, me
da ocasión de solicitar a vuestra Majestad con la más profunda sumisión, la Cátedra
extraordinaria de Lógica y Metafísica, en esta Academia, disponible por la muerte del
profesor Knutzen.
Me esforzaré en todo momento con redoblado celo por hacerme todo lo útil que
pueda en el servicio de las ciencias, con la más profunda sumisión.
De su Real Majestad súbdito humildísimo
IMMANUEL KANT
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